Muchos de los procesos de producción hoy en día están realizados por robots industriales gestionados por personal especializado, uno de los sectores donde todavía la presencia de obreros cibernéticos es casi anecdótica es en el de la construcción.
Gramazio y Kohler empezaron a trabajar el sistemas de construcción robotizados con una instalación realizada para la exposición “Explorations” del pabellón Suizo de la 11 Bienal de Venecia. Fué en el año 2008 y es un proyecto muy especial porque el material que utiliza es un material muy tradicional de uso muy habitual en las construcciones en España: el ladrillo. El resultado está muy lejos de la imagen habitual de un muro de ladrillo sino que más bien parece un diseño de alta costura.
Es un muro sinuoso de 100 metros de largo cuyo diseño seguía reglas algorítmicas y fue construido in situ, en los Gardinis de la Biennale por la unidad móvil de fabricación ROB. Dicho muro está formado por 14,961 ladrillos rotados individualmentey su diseño se concibió como un sistema con parámetros abiertos. Una sola curva lleva toda la información necesaria para determinar el diseño. El muro está construido en módulos auto portantes de cuatro metros de largo. Mediante el aumento de la curvatura iba teniendo más estabilidad y le aportaba al muro mucha expresividad y tensión.
La instalación convierte el muro de ladrillo pesado y tosco en un elemento translúcido, textil y muy expresivo. La relectura de un material como el ladrillo no hace pensar que mediante el uso de materiales tradicionales y técnicas actuales se pueden conseguir efectos extraordinarios.
Gramazio y Kohler siguen trabajando este tipo de sistemas y el año pasado presentaron la instalación “Flight Assembled Architecture” es el resultado de una investigación pluridisciplinar en la que han intervenido junato a “Raffaello D’Andrea” experto en robótica y automatización de procesos.
El prototipo de “Flight Assembled Architecture” está montado por robots voladores autónomos y reproduce una maqueta a escala 1:100 compuesta por ladrillos de espuma de poliestireno, de un proyecto teórico sobre una “aldea vertical” diseñada por el estudio de arquitectura. Está compuesta por 1500 módulos prefabricados de 6 m de largo por 3,5 m de ancho y alto, que de construirse, alcanzará una altura de 600 metros y acogerá a 30.000 habitantes.
